Plantas sagradas

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En esta sección, les contaré sobre las plantas sagradas, una clasificación de las plantas medicinales a nivel de la nacionalidad kichwa. Entre ellas, destacan: el guanto, la guayusa y la ayahuasca, plantas muy utilizadas en mi comunidad kichwa y por diferentes nacionalidades del Ecuador pero que no pueden ser ingeridas por cualquier persona. 

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El guanto:

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Mi abuelito solía contar que en los lugares sagrados, como en las piedras grandes, las montañas, árboles grandes, ríos y más, existen espíritus que habitan ahí, tanto buenos como malos. Dichas palabras de él, yo las relaciono con la historia que un estudiante me contó a mí y a sus compañeros en clases, justamente el día de los finados. Un día en clases, realizamos un conversatorio sobre el día de los difuntos y las costumbres que se realizan aquí en el Ecuador. Al abrir un espacio de preguntas para aclarar las dudas que pudieran surgir acerca de este tema, uno de mis estudiantes me pregunto: ¿profe, porque los familiares de las personas que ya murieron van al cementerio a dejar tanta comida bien rica, si ellos no se la van a comer? Antes de responder esta pregunta, otro de mis estudiantes respondió muy feliz: profe, profe, mi tío me contó una historia acerca de eso, ante ello, yo le pedí que nos compartiera a todos su historia intrigada por lo que pudiera decir. 

Estudiante: Mi tío había tomado guanto en el día de los finados porque estaba muy enfermo y al ser el guanto una planta curativa, el confió demasiado en ella para poder sanarse. Al tomar el guanto, comenzó a recorrer por varios lugares, hasta que llego a quedarse dormido justamente en el cementerio, al despertarse, empezó a visualizar todos los alimentos que les habían dejado a los familiares muertos y al mirarlos fijamente pudo escuchar varias voces de personas de todas las edades y de varios animales, entre ellos destacaban los sonidos de perritos. De inmediato, comenzó a mirar como varios espíritus salían y absorbían la comida que les habían dejado sus familiares a través de la nariz, pero, así como en el mundo terrenal que nosotros conocemos, él podía mirar, como existían espíritus malos que les quitaban la comida a los más pequeños, a los niños en especial. Mi tío, suele decir que una muestra de que nuestros familiares ya fallecidos han absorbido la comida, consiste, en ver al día siguiente si en la comida que hemos dejado se encuentra una tela blanca. Por esta historia que les acabo de compartir, yo pienso que los muertos si comen todo lo que nosotros les dejamos, porque mi tío fue quien lo vio al tomar el guanto. 

Esta es una de las anécdotas que les puedo compartir a partir de la experiencia de un tío de mis estudiantes, pero también quiero compartirles la historia de mi compañera de trabajo. Quien tomó el guanto a los extremos de su enfermedad porque ya no tenía curación. Cuando ella ya había ingerido el guanto, pudo notar en su estómago una telaraña con una araña muy grande reposando en ella, y al ver eso en su vientre, de inmediato empezó a sacarse todo lo que pudo, porque ella pensó que eso era lo que la estaba matando, y no se equivocaba, ya que el guanto permite ver las enfermedades que uno tiene y sanarse. Después de esta experiencia, ella se sanó prácticamente y ahora está bien de salud, e incluso me comento que cuando ella tomó el guanto me pudo mirar a mi solucionando algunos problemas que yo tenía y varios momentos de su vida que si se han cumplido hasta ahora.

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Por último, sobre este tema les compartiré la experiencia y la sabiduría que mi padre nos solía contar a mí y a mis hermanos cuando éramos niños acerca del guanto. Tanto él, como mi mamá al ser cristianos, consideraban ver a través del guanto un pecado del cual es difícil salir, porque nos permite ver el futuro. 

Cuando mi papá estaba en el batallón, ocurrió un robo grande que conmocionó a todos, por no saber quién podía ser el responsable de aquel crimen. Por ello, obligaron a mi papá a tomar guanto para poder ver quien era la persona que había cometido el robo. Después de ya haber ingerido la bebida, él pudo encontrar varios artefactos y utensilios que se suelen perder entre la chakra o en alguna parte de la casa que no suelen aparecer fácilmente, como también, pudo observar la construcción de una carretera hasta la comunidad de Curarai, pero, lo más importante, y con el fin que tomó la bebida, consiguió ver quien era la persona que había cometido el robo. Después de haber tenido aquella experiencia, mi padre aconsejaba no tomar guanto porque mirar el futuro era sinónimo de pecado. 

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Sin embargo, después de varios años él bebió nuevamente el guanto y tomando en cuenta la historia que mi estudiante me había compartido sobre su tío, mi padre también solía decir que los árboles hablan, las raíces son como brazos y ellos se convierten en los encargados de guiar y hablar con la persona que ha bebido esta planta. La razón por la que mi padre ingirió esta planta por segunda vez, se debió a una enfermedad que él tenía, pero esta vez, estuvo acompañado por un yachak, una persona que es especializada en el uso de las plantas medicinales y ancestrales y que, a su vez, tiene el don de curar, por otro lado, están los brujos, aquellas personas malas, que se dedican a hacer el mal a las personas de una comunidad sin medirse. Mi padre, me solía decir que los brujos siempre saben cuándo otra persona va a tomar el guanto o ayahuasca, especialmente cuando son entre yachak, debido a que existe el bien y el mal, por ello, se genera una lucha entre poderes que permite o no ver a la persona que va a tomar el guanto lo que desea, ya sea el futuro o curarse de una enfermedad como era el caso de mi padre. En el caso de mi padre, en su segunda vez que experimentaba esta sensación, él pudo ver que los árboles le seguían y le decían “ándate” por un camino estrecho, que poco a poco se fue cerrando y no le permitió seguir viendo más. Por esta razón, él sabía decir que otro yachak le impidió pasar y ver lo que él quería en ese tiempo. 

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Creencias sobre el guanto

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• Cuando una persona ha ingerido el guanto y un brujo o yachak malo le cierra el camino para poder ver lo que necesita y en su desesperación invoca a Dios, el camino se cierra automáticamente. Por ello, desde ese punto de vista, se considera que el guanto no es de cristianos y que es un pecado querer mirar más allá del presente.

• Tomar guanto puede ocasionar un daño psicológico al observar un futuro no deseado, puede causar enfermedades mentales o incluso hasta la muerte. 

• Cuando una persona que ha ingerido el guanto observa a otras personas en forma de calavera o llenas de gusanos, simboliza la muerte de la persona a la que vio. Por ello, es recomendable tomar el guanto sin la presencia de otras personas. Por otro lado, en el caso de mirar a una persona con el cabello largo y blanco simboliza una vida larga. 

• Cuando una persona está enferma, muchas veces se acerca a una persona que ha bebido el guanto para que le pueda ver que enfermedad tiene, quitarle aquello que le hace mal y curarle. 

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Ayahuasca:

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Es una planta sagrada reconocida a nivel mundial por su uso en la medicina ancestral y occidental. La bebida de ayahuasca, es muy importante y de sumo cuidado, porque permite conocer otra dimensión, por ello, tan solo puede ser preparada por un yachak o por los hijos de un yachak que están siendo preparados desde muy pequeños para poder adquirir este saber ancestral. 

Cuando un yachak sueña que su hijo se convertirá en su sucesor, realiza rituales con la ayahuasca para irlo preparando de poco a poco. Uno de los rituales es realizado en las cascadas, pues son considerados lugares sagrados muy importantes al tener un gran poder. Antes de realizar este ritual, el sucesor debe de prepararse días antes con las indicaciones que el yachak le haya pedido. Posteriormente, tanto el sucesor como el yachak deben de ir a la cascada en horas de la madrugada para que el sucesor se bañe ahí y después beba la ayahuasca. Una vez ya ingerido la ayahuasca, el sucesor deberá dormir en ese mismo lugar con la finalidad de que el mismo vea todas las enfermedades que tiene y se limpie. Es importante mencionar en este punto que, no todas las personas que beben la ayahuaca ven lo mismo, pues todo depende de la mente de la persona, en el caso de una persona que no cree o simplemente no ve nada a pesar de haber ingerido esta bebida, la ayahuasca genera una reacción desfavorable, causa diarrea, vómito, dolor de cabeza, entre otros. 

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En lo personal, nunca me he atrevido a tomar ayahuasca o guanto porque mis padres lo veían como un pecado y, por ende, yo también crecí con ese pensamiento. Pero he escuchado varios relatos sobre mi familia, amigos y compañeros de trabajo que sí han experimentado esta sensación. En esta oportunidad, les narrare la historia de un excompañero de la institución que había trabajado por primera vez como docente en una comunidad de Arajuno.

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Ex Docente de la “UECIB Amauta Ñanpi”: La primera institución que trabaje como docente, estaba ubicada en una de las comunidades de Arajuno. Durante los primeros días que estuve ahí, sentí un dolor de muela fatal, que no me permitía estar bien con nada de lo que hiciera, por lo que mis estudiantes de inmediato notaron que estaba con un malestar fuerte que no podía ser curado lejos de la ciudad, sin embargo, decidí resistir el dolor, hasta el momento en el que una de mis alumnas se acercó a mí y me dio un frasquito pequeño diciéndome: profe, tómese una media cucharadita cuando ya no aguante el dolor, pero solo poquito cuando sienta demasiado dolor. Estaba muy agradecido con aquella alumna, pues al ser nuevo en una comunidad, lejos de lo que yo conocía y de mi familia, se me hizo un gesto muy lindo de su parte al regalarme un pequeño frasquito con la esperanza de que sanara. En la noche, nuevamente al sentir un dolor muy feo en mi muela, decidí tomar la bebida que mi alumna me había dado, pero no fue una media cucharadita lo que ingerí, fueron dos cucharadas llenitas porque pensaba que mientras más, mejor. Después de varios minutos el dolor iba desapareciendo rápidamente y yo no podía sentirme mejor y agradecido con mi estudiante, sin embargo, mi suerte cambió de repente, al ver una boa gigante acercarse cada vez más a mí, ella me envolvía y yo intentaba zafarme de ella, gritaba hasta más no poder, pero sentía que nadie me podía escuchar porque vivía alejado de las demás familias. Mi mala suerte, recuerdo que duró toda la noche, pues pase solamente defendiéndome de la boa porque tenía miedo de que me matara. Cuando amaneció, sentí demasiado alivio, porque, aunque parezca imposible de creer, la boa había desaparecido, y una vez que yo había ya perdido el miedo, decidí ir rápidamente a la escuela, esperando encontrar a mi estudiante. Cuando la encontré, de inmediato le pregunté: ¿qué es lo que me disté?, anoche vi una boa gigante que quería matarme, y yo no hacía más que gritar hasta el día de hoy. Mi estudiante, escuchándome atentamente, me respondió: profe, era ayahuasca la bebida que yo le di, pero si le dije que se tome bien poquito para el dolor, porque al beber mucho usted pudo haberse quedado loco, demente o en el peor de los casos pudo hasta morir anoche, pero yo si le dije que tome bien poquito para su dolor de muela. 

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Esta es la historia de un ex docente de la institución que aprendió a respetarle a la ayahuasca a partir de una experiencia de vida y muerte. Analizando su historia con otras compañeras y él, llegamos a la conclusión, de que la boa que él pudo observar fue un efecto de la ayahuasca que permitió ver sus miedos reflejados en la boa. Pues él comentaba que al empezar a dar clases en la comunidad de Arajuno le causaba temor encontrarse serpientes y boas que pudieran aparecer de repente al vivir tan alejado de las demás familias. 

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Leyenda de la ayahuasca:

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Existen dos versiones sobre esta leyenda, pero, no son muy diferentes la una de la otra. 

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Antiguamente, existía un hombre que poseía una familia muy extensa, cinco esposas, diez hijos, cinco varones y cinco mujeres. Dicho hombre, conocía, y utilizaba de una forma sabia las plantas medicinales para tratar varias enfermedades de su tiempo, al realizar esto, él era considerado un yachak muy sabio y poderoso, pero al morir, él solicitó a sus familiares que lo amarren con sogas especiales, en cuatro partes específicas de su cuerpo: los hombros, la cintura, las rodillas y pies. Además de esto, sus hijos debían de colocar su cuerpo en la esquina de la chacra, pero no enterrarlo para que después de varios meses ellos volvieran al mismo lugar. Los hijos muy obedientes a la última petición de su padre, cumplieron con su promesa y visitaron después de varios meses el lugar en el que habían colocado a su padre, al llegar ahí, lo que encontraron en el lugar que lo dejaron, los dejo consternados, pues hallaron una planta que nunca habían visto antes, a la que le otorgaron el nombre de ayahuasca. 

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Años después, la principal esposa del yachak, quien también era una yachak muy sabia y poderosa pidió a sus hijos que cuando ella falleciera la colocaran dentro de una vasija muy grande y bonita que ella misma había elaborado, en ella, debían de colocar tierra hasta la mitad de la vasija, cubriendo así la mitad de su cuerpo. De igual manera, debían de colocar la vasija al lado de su esposo e irla a visitar después de varios meses de su partida. De igual modo, sus hijos después de varios meses fueron al lugar en el que la habían dejado y pudieron observar como otra planta crecía y se unía con la ayahuasca permitiendo así que esta sea más fuerte al hacerlas hervir juntas, pues así otorgaban más fuerza, energía y eran más eficientes para la persona que la consumieran. 

En tanto a los diez hijos que tuvo el yachak, cada uno de ellos siguieron los pasos de su padre y se convirtieron en yackaks, de diferente índole[1], (medicina, artesanía, música, curar malas energías y alfarería). 

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Guayusa:

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Es una planta endémica del Oriente ecuatoriano, que destaca por sus grandes beneficios, su sabor y uso en las comunidades indígenas del Ecuador. Antiguamente, la guayusa era utilizada para castigar, reprender o corregir algún problema con los hijos desobedientes, por ejemplo, si mi hija tiene un mal comportamiento, yo debería de castigarle bañándole con hojas de guayusa y ortigandoles, porque a partir de una leyenda, se cree que así se puede eliminar la vaguería y todo lo malo. A su vez, los hombres o mujeres que salían de cacería o a la chakra por un lapso de tiempo considerable, consumían la guayusa, puesto que, esta planta quita el hambre.

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En la actualidad, la celebración de la guayusa, se realiza todos los días a las 3 de la mañana en las comunidades, mientras que, en la ciudad se realiza una vez al mes y especialmente en la institución. El principal objetivo de consumir esta planta, consiste en purificar nuestro organismo de diversas cosas que nos pueden matar, para ello, es necesario beber una gran cantidad de guayusa para poder vomitar y de esa manera expulsar todas las impurezas. De la misma manera, la guayusa es consumida para protegernos de las malas energías, picaduras, veneno de las serpientes y para transmitir dones o pajos.

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Mal aire y curación:

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El mal aire, es un malestar que en ocasiones puede ser leve o grave, dependiendo de la persona que lo sufra. El mal aire puede producirse en lugares donde existen malas energías, puede ser en casas abandonadas, en cerros, en lugares que se bota la basura, o en algún lugar que una persona falleció, entre otros. En las comunidades, usualmente, el malaire afecta a las personas que han llegado por primera vez a dicho lugar y más si una persona últimamente ha fallecido, pues su espíritu está rondando y al ser alguien extraño puede llegar a sentir esa energía de una forma desfavorable en su cuerpo. 

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El malaire puede causar varios síntomas como: dolor de todo el cuerpo, dolor fuerte en la espalda, escalofríos, fiebre, cansancio, pérdida de aliento, dificultad para caminar, vómito, entre otros más. Sin embargo, a pesar de causar tantos malestares, el malaire tiene una sencilla curación que en las comunidades es aplicado por los yachaks, los cuales utilizan: trago, cigarro y tabaco, una planta que permite eliminar el malaire con eficiencia. El primer elemento, lo mantienen en su boca varias veces, para después soplar a la persona que tiene el mal aire y de esa forma lograr sacar el susto o mal que lleva dentro, de igual modo, sucede con el tabaco y el cigarro, que lo esparcen por todo el cuerpo. 

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En varias ocasiones, cuando mis hijas comenzaban a llorar más de lo habitual, yo siempre les limpiaba con tres piedritas que encontraba en el camino, con huevo y hojitas, pero, una vez en Canelos, cuando comencé a trabajar, mi hija de tres o cuatro años, comenzó a sentirse mal y ya no quiso levantarse a seguir jugando como de costumbre lo hacía, pues, ella era una niña muy alegre. Al ver que cada vez ella se sentía más y más débil yo me sentía desesperada y decidí ir a la casa de mi vecina que vivía a cuatro cuadras de nosotros, para que me ayudara, ella, al verla de inmediato me comento que mi hija estaba con un fuerte mal aire y que le llevara con una señora rápidamente porque de no hacerlo mi hija moriría. De inmediato, mi esposo amarco a nuestra hija y en el transcurso del camino yo pensaba en qué lugar le pudo haber dado un mal aire tan fuerte si ella solamente pasaba en la casa. De repente, recordé que la casa que arrendábamos había estado abandonada desde hacía varios años porque su dueña había muerto, y nosotros al llegar no habíamos realizado una limpia con el sahumerio.[2] Para llegar a la señora que nos había recomendado mi vecina, debíamos caminar más o menos seis cuadras, en el momento en el que habíamos llegado, ella justamente estaba terminando de hacer la chicha, por lo que el carbón estaba por montones en la candela con leña de chonta, recuerdo que era un lindo carbón y ella enseguida al ver a mi hija tan mal y percibir sobre ella un olor demasiado fuerte y feo, recogió con sus manos el carbón prendido y enseguida le empezó a sobar a mi hija por todo su cuerpo, después de tres o cinco minutos mi hija estaba bien y jugando como siempre. Después de que el susto había pasado, la señora nos comentó que nuestra hija estaba con un fuerte mal aire pues desprendía un olor demasiado fuerte y feo. A su vez, nos mencionó que el malaire solo le sucedió a ella por ser la más débil de la casa, y que al volver debíamos de hacer una limpia para que no volviera a ocurrir tal incidente nuevamente. 

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Creencias para evitar el mal aire

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Al no saber qué puede suceder o existir en lugares desconocidos como en una casa abandona, una comunidad, un cerro o un lugar sagrado, es importante protegernos e ingresar a ese lugar con respeto y precaución. 

• Al llegar a una casa por primera vez, hay que pasar por el fuego o la candela. 

• Al entrar y salir de un lugar desconocido o que nos provoque miedo, es bueno zapatear tres veces a la entrada y a la salida en modo de sacudirnos. 

• Siempre hay que entrar a un lugar saludando, así no exista ninguna persona, porque pueden existir almas en ese lugar que no nosotros no podemos ver o percibir a simple vista. 

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Medicina ancestral para el COVID - 19

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A partir de mi experiencia, puedo decir que, si aun sigo con vida, es gracias a toda la medicina natural y occidental que tomé cuando estaba contagiada. 

En la institución, existen una gran variedad de plantas medicinales, como el guanto, la hoja de pitche, mático silvestre, ajo silvestre, entre otras más, que yo suelo siempre traer a mi casa por cualquier emergencia. Sin embargo, cuando mi familia y yo nos contagiamos, no podíamos salir, por lo que mis compañeras de la institución al enterarse de la situación por la que estábamos atravesando, decidieron recolectar varias plantas para ayudarnos, entre ellas destacaban: el chuchuguaso, mutsuango, chaloakaspi, pepa de pilche, miel de la pepa de pilche y hasta incluso hoja de ayahuasca. 

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Sequedad en la garganta: La pepa de pilche contiene en su interior miel, que se puede convertir en mermelada. Cuando sentía que mi garganta estaba seca siempre consumía un poco y me sentía más hidratada. 

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Respirar mejor: realizaba vaporizaciones con: hojas de ajo, mariapanka, kalinpanka, ayahuasca, dos a cuatro hojas de eucalipto y cascaras de naranja. Esto permitía que mi cuerpo se aflojara, mis fosas nasales se abrieran, para poder respirar mejor y que mi cuerpo se sintiera mucho más relajado. Es importante mencionar, que al realizar estas vaporizaciones se debe de tener mayor cuidado con los alimentos, bebidas y el clima frio.

 

Pulmones: para que mis pulmones no se vieran tan afectados, me recomendaron comer caldo de cuy, el cual, tiene una proteína que ningún animal tiene. Para tomar este caldo, es importante que esté muy caliente para que nos permita sudar y de esa manera expulsar todo lo malo.

Dolor de la cabeza: 

• Se debe de tomar demasiados líquidos

• Ortigar la cabeza con pequeños golpes en las partes que exista más dolor, en el caso de que no le duela los ortigazos, ni le pique, el dolor de la cabeza irá disminuyendo de poco a poco. 

• Licuar trago con jengibre y luego realizar masajes en la cabeza para que el dolor desaparezca de poco a poco. 

Remedio casero o compuesto para el dolor de la cabeza, dolor de huesos, dolor del estómago, golpes y dolor de alguna parte específica del cuerpo:

Ingredientes: trago, hoja de espíritu santo, mariapanka, hoja de ajo, hoja de guanto, dos o tes hojitas de eucalipto (porque es una planta muy cálida), ruda y de floripondio. (5 o 7 hojas de cada planta)

Preparación: Las hojas deben de ser recogidas cuando haya luna tierna, pues así la sabia esta arriba, después de haber reunido todos estos ingredientes, debe machucarlas para obtener un mayor efecto. Al ya tener todas las hojas machucadas, debe colocarlas en una botella de trago, esperar una hora para su aplicación y, por último, masajear la parte afectada en forma circular por varios minutos. Es importante mencionar que el masaje es la parte más fundamental para que el dolor desaparezca de poco a poco. 

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Remedio casero para la artritis

La mayoría de nosotros hemos usado y conocemos varias plantas medicinales como la manzanilla, el toronjil, la ruda, chuchuhuasi, verbena, ortiga, entre otros más. Y muchas veces hemos juntado varias de estas plantas, ya sea su raíz, corteza, tronco o sus hojas para formar un brebaje eficiente para tratar una enfermedad. 

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En mi caso, al tener artritis, sentía mucho dolor en los huesos, por ello, mi papá me enseñó a hacer un preparado con el chuchuaso, miel de abeja y pasas. Dicho brebaje, se debe de conversar en una botella cerrada durante tres meses y cada mañana en ayunas y al dormir se debe de tomar una copita para que haga efecto el tratamiento. 

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Brebaje para el COVID-19

Debido a la emergencia sanitaria, en el preparado mencionado anteriormente, se vio pertinente agregar más plantas como: el chaloakaspi, el mutu banco, la uña de gato, amarunkaspi, más cascaras de chuchuguazo, mutsuango, y jengibre.

 

Chaloakaspi: 

• Su corteza es más amarga que el chuchuguazo. 

• Alivia los cólicos menstruales. 

• Ayuda a mantener una buena digestión. 

• Sirve para combatir el coronavirus, por ello, en la Amazonia es normal brindar un poquito de esta bebida como prevención en las reuniones o eventos que se realizan. 

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Chuchuguazo: 

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• Una copita de chuchuguazo bien fermentado, cura el dolor del estómago y la diarrea. 

• El chuchuguazo bien fermentado con trago, ayuda a las heridas y acné para que se desinfecten, sequen y recuperen rápido. 

• Se suele servir una copa de chuchuguazo, en las entradas de varios eventos culturales, con el fin de prevenir el coronavirus, en mi caso, para que el trago no sea tan fuerte, coloco miel de abeja. 

• No es aconsejable consumir esta planta por personas que padecen de gastritis o ulceras. 

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Yutsu: Es una planta medicinal muy reconocida en el oriente ecuatoriano, pues, crece en las laderas de las montañas o en las orillas de los ríos con raíces muy fuertes y resistentes, pero, de una forma lenta. Esta planta además de aliviar los cólicos y dolores del cuerpo, ayuda a evitar la erosión de nuestro ecosistema y a fortalecer el suelo debido a las crecientes de los ríos.

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Hierba Luisa: Al igual que el chuchuguazo, esta planta ha sido de las mas utilizadas y combinadas con otras plantas como: el matico, mariapanka, jengibre y floripanka para hacer vaporizaciones que ayuden a aliviar el cuerpo.

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Pakipamba: Esta planta medicinal es conocida también por el nombre de espíritu santo. Se utiliza para; cólicos, gastritis, desinfectar heridas, aliviar el dolor y su sabia cicatriza las heridas. Al mezclar esta planta en el trago de punta, se puede aliviar el dolor de los huesos y el dolor de la garganta.

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Ortiga: Es una planta medicinal que contiene vitaminas y minerales. En una ocasión, caminé con mi esposo durante doce horas, con la finalidad de dirigirnos a una comunidad. Nuestra aventura se debió a la ausencia de canoas en ese tiempo y al peligro que conllevaba ir en una de ellas, debido a la gran cantidad de remolinos y rocas que existían en ese tiempo.

Recuerdo vagamente que llegue a la comunidad con mi esposo demasiado cansada y con un inmenso dolor de todo mi cuerpo, por ende, sin pensarlo dos veces, recuerdo haberme recostado. Al siguiente día que pude reaccionar, moradores de ese lugar me comentaron que mientras yo estaba desmayada, varias mujeres me tuvieron que bañar y ortigarme con varios atados. Es importante mencionar que, si yo conseguí al siguiente día estar en pie, fue gracias a los ortigasos que recibí, pues la ortiga ayuda a sanar el dolor muscular en cualquier parte del cuerpo. 

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[1] Mediante la leyenda de la ayahuasca, se da a conocer a los estudiantes las diferentes profesiones que pueden seguir tanto hombres como mujeres.

[2] Es un polvo que produce una materia aromática, con el objetivo de: repeler los espíritus malignos, eliminar energía negativa y atraer la positiva.