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Papel reciclado

Adolescencia

En mi adolescencia, los sueños marcaron un antes y un después en mi vida, al ser ellos los que me revelaron el don que yo iba a obtener a través de un animal ancestral y sagrado como lo es la boa.

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Dentro de mi cultura, los sueños son concebidos como un tema importante que se debe discutir con mucho respeto e importancia, porque dentro de ellos podemos encontrar conocimientos muy grandes que nos permiten determinar nuestro futuro. Ante ellos, mi abuelo sabía mencionar que un sueño siempre tienda a la verdad, aun cuando no sean entendibles y parezcan extraños a nuestra perspectiva. Por ello, él sabía recomendar siempre dialogarlos con los sabios de la comunidad para poder obtener oportunidades y buenas vivencias a partir de ellos. 

Si una persona sueña con una boa, su sueño es considerado bueno, puesto que, la boa es un ser mitológico y sagrado que contiene mucha fuerza y sabiduría entre los seres vivos.

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Cuando yo tuve la edad quince años de edad, tuve un sueño en el cual una boa se me aparecía, al despertarme, acudí al rito de la guayusa, que se realiza a las tres de la madrugada en mi comunidad, para poder expresar todos mis sentimientos ante las personas que estaban ahí formando una semiluna alrededor de una fogata con troncos de árboles gruesos. Ante ello, mi abuelo y mi madre me dijeron que debo tomar chicha y guayusa para que mi cuerpo se conectara a mi sueño y este se hiciera realidad.

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Al día siguiente de haber contado mi sueño, este se hizo realidad. Yo fui a la chakra, a cortar un poco de caña de azúcar con mi madre, mientras lo hacía, pude observar como algo se movía lentamente, por ello, con la ayuda de una rama grande removí en aquel lugar y pude encontrar el poder del que me hablaba mi abuelo. Lo que encontré, al remover las hojas, era una boa grande de casi dos metros que se movía lentamente, era la boa de mis sueños sin duda alguna y yo no podía reaccionar del impacto que me causo encontrarla y solo escuchaba a mi madre decirme: es la boa de tus sueños hijo, tienes que agarrarla con tus manos para que recibas el poder de la gran boa[1]. Pero, yo atónito por lo sucedido, solo miraba como la boa tenía la intención de escabullirse y no dejarme nada. Mi madre al notar mi miedo, me grita de inmediato: anda a la casa, prepara tabaco hasta que este quedé concentrado y regrésate rápido con él.

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Yo, sin titubear hice caso a mi madre y lo preparé sin saber para que servía. Al ya obtener el preparado que mi madre me pidió, corrí nuevamente a la chakra y al entregarle este a ella, mi madre me pidió que le rozara un poquito del zumo de tabaco en los labios de la boa, al hacer esto, pude observar cómo la boa se adormecía y que esta no tendría la intención de mordernos al acércanos a ella. Cuando la boa estaba adormecida, mi madre me pidió que la atrapara con mis manos sin miedo alguno, para así poder agarrar el poder de ella. Debo mencionar, que sentí mucho miedo de hacerlo, pero la atrapé y al hacerlo sentí como una energía positiva invadía todo mi cuerpo, en realidad, es una sensación inexplicable que no encuentro la manera de definir, pero, a partir de aquel suceso, hoy en día, tengo el don de curar a las personas de las malas energías que pueden atormentar su ser y es para mí gratificante saber que puedo ayudarlos con mi don. Después de haber soltado a la boa, esta desapareció como una brisa entre los árboles y matorrales, segundos después el viento se escuchaba por toda la zona, mientras mi madre no paraba de sonreír, al estar contenta por este suceso, pues ella, no podía imaginarse que yo también formaría parte de la familia que contiene un gran don. En la actualidad, me he dedicado en perfeccionar curando y limpiando a las personas, sus almas y sus mentes para que puedan seguir en esta vida que nos da tranquilidad y tormentas a través de diferentes cosas. Por último, estoy seguro que mi abuelita estaría orgullosa de mi por continuar ayudando con el don que ella me dejo a mi a través del tabaco.

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Por otra parte, en tanto a mi educación, pude aprender muy de cerca como se constituye un calendario vivencial, en el cual, se daba a conocer el clima a partir los meses del año, por ejemplo: en el mes de mayo, el clima es frio con lluvia y poco sol, mientras que en los meses de octubre, noviembre y diciembre: el clima es nublado pero la temperatura aumenta constantemente. Gracias al calendario vivencial pudimos realizar y aprender diferentes tradiciones con pertinencia cultural, mis compañeros y yo.

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A su vez, dentro de la comunidad mi padre nos inculcaba valores dentro de las actividades cotidianas en la selva, entre ellas, cazar. Recuerdo que siempre que íbamos al monte, nos decía: no les estoy dando una escopeta para que sean criminales y que maten todo lo que esté a su alcance, más bien, les doy esta herramienta para que puedan alimentarse de los animales de la selva, pero, respetando la cadena alimenticia sin caer en ambición o en el egoísmo. Nunca deben de olvidar de respetar el calendario vivencial, nos decía el mientras gritaba desde un árbol disparando a un mono chorongo. A partir de ello, comprendí que nada gira en torno al ser humano y que somos nosotros más bien los que giramos alrededor de la pacha mama, por ello, la educación jugo un rol importante en mi vida adolescente porque a partir del idioma kichwa pude tener mayor interés por querer conocer más sobre la importancia de mi idioma y mi cultura. Sin duda fue difícil aprenderlo, pero, al tener una gran interacción con personas que dominaban mi lengua aprendí tradiciones y costumbres en mi idioma que me permitieron dominarlo rápidamente. Ante esta situación que vivimos mis compañeros y yo, consideramos pertinente que los niños y niñas aprendan a escribir y hablar en las lenguas que coexisten en el territorio como lo son: kichwa, shuar, achuar y andwa para poder generar un proceso de interculturalidad en el que todos seamos iguales pese a las diferencias.

 

[1] La gran boa, es un ser mitológico y sagrado que solo aparece cuando el espíritu de algún familiar tiene pendientes con sus hijos, nietos o ser querido que haya sido de suma importancia en su vida terrenal.

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