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Papel reciclado

Hermanos/as

Recuerdo con mucho amor que cuando éramos pequeños, criábamos pollos, sembrábamos yuca, papa china o los productos que nuestra madre nos pedía. De la misma manera, compartimos experiencias como cazar sajinos, dantas o monos o lo que nuestro padre nos pedía, de hecho, todo esto nos había enseñado él. Cada día vivíamos una experiencia distinta, involucrando al juego como nuestro mejor aliado, pues siempre buscábamos la manera de hacer divertidas nuestras actividades diarias, siempre indagando la manera de convertir lo negativo en un aprendizaje. Sin duda alguna, y de una manera implícita, nuestras acciones se convirtieron en una gran forma de aprender nuestros conocimientos ancestrales, de los que hoy nuestros padres están orgullosos al ver que nosotros no los hemos dejado a un lado pese a la fuerza de los saberes occidentales que existen en nuestro país.

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En mi familia, mi hermano ha sido una de las personas más bendecidas, ya que, el a la edad de 25 años el obtuvo un gran y poderoso don a partir de un sueño.

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Sueño (narrado desde la voz del Hermano de Daniel)

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Yo estaba en una gran finca con mi abuelito y mientras la recorría, sentí la necesidad de orinar a eso de las 8 de la mañana, por ello, salí de la finca y me acerqué a una planta comestible llamada frutipan. Al terminar mis necesidades, pude encontrar a un bebe de aproximadamente 8 meses, abandonado al lado de esta planta, él bebe era muy hermoso y tenía una mirada que penetraba el alma. Asustado de verlo ahí botado en el monte, en medio del frio, lo recogí y lo apegué a mi pecho sin saber que el tendría un poder para mí.

Mi hermano, al despertarse nos contó su sueño, esperando porque se hiciera realidad, sin embargo, al notar que los días pasaban y el sueño no se cumplía, pensó que sería solo eso, un sueño normal son importancia alguna. Pero, una mañana su pensamiento cambiario, pues el encontró un bebe en las mismas condiciones, al verlo mi hermano no dudo y lo agarro para así poder adquirir el poder que mi abuelito quería dejarle. Al haber agarrado al bebe entre sus brazos, dice que el sintió que alguien se le acercaba por la espalda y le susurraba: Yo estaba buscando a mis hijos, pero, nadie fue digno de conservar mi legado, así que te lo dejo a ti, tú te lo mereces. Yo habría prometido que iba a proteger a mi nacionalidad y ahora ese objetivo lo dejo en tus manos, tu tendrás que servir a tu nueva generación espiritual como yo lo he hecho contigo, te bendigo nieto mío.

Al terminar de pronunciar estas últimas palabras, mi hermano dice que sintió como la presencia de nuestro abuelito había desaparecido, el conmovido no podía dejar de llorar y sonreír al mismo tiempo. Después de esto, mi hermano busco un shaman que fumo sobro todo su cuerpo y esparció todo el humo sobre el para sellar el poder que se le había otorgado.

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