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Papel reciclado

Infancia

La comunidad que me vio nacer, se llama Pukayaku, su nombre proviene del idioma kichwa que significa agua roja, sin embargo, en el idioma andwa se escribe Noshie Muac que significa lo mismo. En mi comunidad, yo pude vivir muchas aventuras de pequeño y estudiar la primaria como la secundaria divirtiéndome y aprendiendo cada día más sobre las costumbres y tradiciones de mi cultura.

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Desde pequeño, siempre me ha interesado los saberes ancestrales de mi cultura y todo lo que dialogaban los adultos en los ritos de la guayusa, guanto y ayahuasca, porque en estos espacios se compartían los saberes culturales de nuestra nacionalidad, a base de cuentos, leyendas, creencias o experiencias vividas. Al querer aprender más sobre mi cultura, siempre les pedía a mis padres que me llevaran con ellos a sembrar, cosechar y realizar actividades de mi cultura para poder conocer más. A partir de ello, considero que forje mi propio futuro y que estaba destinado a ser presidente algún día de mi nacionalidad pues yo tenía desde pequeño ya claro lo que me apasionaba, mis raíces. 

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Por ende, toda mi infancia la pude vivir divirtiéndome con actividades cotidianas en el monte, pues a partir de la cacería pude conocer a varias especies de animales como: bocachicas, bagres o crustáceos que hay en los ríos de nuestra Amazonia Ecuatoriana. A su vez, navegar, era una actividad muy bonita y más aún cuando los ríos estaban crecidos, esta actividad sin duda era una aventura especial que solo las personas que la han podido vivir comprenderán la sensación de lo que se siente estar entre la corriente cambiante de un río.

Por otra parte, mi educación la recibí en la escuela fiscomisional Fray Vicente Acosta, una institución que fue creada antes de que yo naciera por los misioneros evangélicos que llegaron a las diferentes comunidades de la zona Amazónica para alfabetizar y evangelizar. En esta escuela, yo aprendí el idioma español, diferentes materias como lengua y literatura, ciencias sociales, ciencias naturales y matemática, la materia que menos me agradaba. En los estudios fui un buen estudiante pese a tener docentes kichwa hablantes que provenían de ciudades como: Ambato, Riobamba y Quito, me costaba un poco comprenderles porque ellos no dominaban mi lengua ancestral, el andwa, una lengua que muchas veces ya se ha considerado extinta hasta la actualidad pero que aun sigue viva y latiente en sus portadores. Sin embargo, al tener docentes kichwa hablantes, aprendí con mucha facilidad el kichwa amazónico, por ello, yo pienso que la educación que recibí de esta institución fue calidad desde mi perspectiva, pero, no puedo negar que me hubiera gustado tener una educación basado en el sistema de Educación Intercultural Bilingüe con pertenencia cultural en mi nacionalidad.

 

Con el pasar de los años, los docentes muchas veces nos castigaban por no presentar nuestros deberes, y eso me permitió ser una persona con mayor responsabilidad y no defraudar a mis padres, docentes y a mi comunidad, al tener el ideal de un día ser un gran líder y representante de mi cultura. Sin duda alguna, en mi niñez, aprendí, jugué, me divertí y conocí mejor el mundo que me rodeaba y me permitió establecer objetivos claros de los que hoy estoy agradecido, por ello, puedo decir que no me arrepiento de nada pues fue plena mi niñez.

En la actualidad y en tanto a la educación, en mi comunidad se creó una institución pública Intercultural Bilingüe, con docentes comprometidos, llenos amor por la educación, el trabajo y la comunidad educativa que los había acogido. A pesar de que no eran de esta zona, siempre supieron compartir y aprender de nosotros, convivían con sus estudiantes y nuestras costumbres, para poder ofrecerles una educación de calidad como la que ellos habían recibido en la ciudad.

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